Para mí, el vino es un TODO. Pablo Martín Lerma

Por: @HectorMRomeroG

Hablamos con Pablo Martín, enólogo, deportista, amigo...


¿Quién es Pablo Martín Lerma? ¿Dónde y cuándo naciste?

Soy un joven creativo, receptivo, algo rebelde y muy apasionado. Me siento vivo y más… ¡cuando estoy cerca de la Enología! Desde que nací, soy un peregrino entre dos tierras. Mi madre me trajo al mundo en la clínica Valvanera de Logroño, pero toda mi juventud la he pasado en el Cortijo del Aire en Turre (Almería).

¿Qué recuerdas de tu infancia?

He tenido una infancia repleta de momentos muy buenos, cargada de aventuras y deporte, de esa vida de pueblo fuera del ajetreo de los semáforos. De hecho, mi núcleo de amigos se mantiene allí a pesar de que casi todos hemos tenido que emigrar de nuestra tierra. Almería sigue siendo, a día de hoy, un pulmón de aire fresco para recargar mis pilas.

¿Cuándo empezó tu relación con el vino?

Creo que mi relación con el vino viene desde que nací gracias a ese vínculo directo que tengo con La Rioja. Ya sabes, ¡riojano de pura cepa! Pero si tengo que elegir un momento clave en mi vida, fue un verano estudiando para unos exámenes de recuperación en la Licenciatura de Química en Murcia cuando mi madre me dejó un libro de Enología encima de la mesita de noche... esa noche me enamoré perdidamente del vino.  






"Para mí, el vino es un TODO."


¿Recuerdas cuál fue el primer vino que tomaste?

No lo recuerdo con exactitud, pero sí que recuerdo que fue comiendo con mi familia. Seguro que sería un Rioja, de alguna bodega clásica y, además, lo bebí en un vaso de chato. 

¿Por qué decidiste estudiar enología?

Yo soy de esos químicos un poco frustrados con algunas asignaturas y con algún que otro profesor... pero tuve tan claro que quería ser enólogo que no dudé en cambiar de rumbo y facultad para poder realmente empezar mi verdadero camino. Y, aunque acabé hace ya unos cuantos años, sigo aprendiendo y gozando como el primer día. Ya sabes, la Enología está viva. 

¿Cuál fue tu primer trabajo? Y ¿Cómo fue esa experiencia?

Mi primera experiencia laboral fue en Jumilla, en la Cooperativa BSI. Allí aprendí de la mano de Paco Pardo, Diego Cutillas y Juan Miguel. Recuerdo que la vendimia se me pasó en dos días... ¡incansable y emocionante!

Si no recuerdo mal, has trabajado en bodegas como Mar de Frades, Castillo de Monjardin o Ramon Bilbao y también en un laboratorio, Dolmar.

Si, la verdad es que he ido recogiendo experiencias de diferentes regiones, bodegas y filosofías de trabajo. Creo que una de las ventajas que tenemos en esta profesión es la de poder viajar, hacer nuevos amig@s, recopilar vivencias y que todo eso quede plasmado en el vino que elabores, en la cata o la charla que des o en la bodega donde asesores. 

¿Qué destacarías de cada uno de los lugares en los que has trabajado? ¿Algo que haya marcado en cada uno de los trabajos?

En Bodegas San Isidro (Jumilla), la tensión de un principiante y el aprendizaje continuo. En Mar de Frades (Arosa), el trabajo físico y mental de organizar la logística de una vendimia. En Ramón Bilbao (Haro), el control y la tecnología de la enología moderna respetando el sentido del vino. En Castillo de Monjardín (Navarra), la atención al viñedo y la vinificación de todas y cada una de las variedades, tintas y blancas. Y Dolmar (Haro), supuso un cambio radical para mí, por poder dar apoyo desde el otro lado de "la barra del bar" a los enólogos de las bodegas, análisis y nuevos desarrollos de productos enológicos, así como comprobar la importancia del marketing y la transformación digital y su influencia directa en el valor de los servicios, la mejora del negocio, la innovación o la diferenciación.

¿Prefieres el trabajo de campo, el de bodega, o el de laboratorio? Y ¿por qué?

Nunca he entendido estos aspectos de una manera separada. Para mí, el vino es un TODO, es tierra y región, es control y análisis, es variedad y carácter y, por supuesto, son personas detrás de un minucioso trabajo. 




Aunque hablaremos en otro post sobre el vermut que estas elaborando ¿Cómo va ese nuevo proyecto que tienes entre manos? ¿Podemos decir el nombre?

Pues aún está en fase de madurez. Ya sabes que no sé estar quieto y que siempre me gusta enseñarte en lo que estoy metido. Tenía ganas de aventurarme en algo diferente y que me suponga un desafío. 

Comparto esta nueva aventura con unos buenos amigos y disponemos de un viñedo de mazuelo, que hemos vinificado en tinaja de barro, y luego hemos realizado un estudio botánico de las famosas "malas hierbas" que crecen entre las cepas del propio viñedo. Así ha surgido AULAGA VERMOUHT. Un vermut de carácter vínico y con unos aromas que enganchan pero que pocas veces habrás notado. Y hasta aquí puedo leer...

¿Cuál es el proyecto o el trabajo, o quizás el vino del que estés más orgulloso?

Pues estoy muy contento de este último proyecto que te comentaba. No sé a dónde nos llevará, pero estamos disfrutándolo con la misma ilusión que un niño inquieto con ganas de crecer.   

¿Cómo describirías tu relación con él?

No sé si te servirá, pero en mis redes sociales (@catandoconlerma) puse: Lo mío no es suerte es una "wine-dición".

¿Cuándo bebes vino?

Voy a replicar lo que dice mi abuela Cecilia: "yo bebo en las comidas y en las bebidas". Siempre con moderación, pero soy gran consumidor de vino.  

¿Eres crítico con los vinos que elaboras? Quiero decir, cuando catas un vino que has elaborado, ¿solo disfrutas de él o también buscas los defectos que pueda tener? ¿Eres autocrítico?

Soy bastante crítico conmigo mismo. Tiendo a tirar de amigos para que caten conmigo y me digan en qué puedo mejorar. He participado en un panel de cata de análisis sensorial durante dos años, pero casi todos los martes quedamos y hacemos catas a ciegas para estar bien entrenados. Un enólogo no nace... ¡se hace! 

Sé que, en Almería, tienes un pequeño viñedo. ¿Qué tal van esos vinos que estás haciendo allí? ¿Cuándo podremos catar con Lerma uno de esos vinos?

En casa planté un renque a modo de "jardinería" para mi madre; podar es su ilusión. Hasta guarda las gavillas de sarmientos de un año para otro. En unas damajuanas hacemos unos pocos litros, pero todo se queda en casa. 

¿Cuándo y cuál fue el último vino que te sorprendió?

En la cata a ciegas del martes, justo antes del confinamiento por el COVID-19. Era un Riesling Trocken del 2012 de la Denominación Pfalz (Alemania) pero no recuerdo la bodega... una acidez, una tesión, una sapidez... ¡muy rico!

¿Con que personaje histórico te tomarías un vino? Y ¿Por qué?

Difícil elección... pero creo que me encantaría charlar y conocer a Tom Yorke (cantante de Radiohead). Estoy seguro de que me sorprendería desde el primer trago de vino.

¿Qué libro le recomendarías a un aficionado al vino?

Yo aún me considero aficionado… He leído hace poco "Los nuevos viñadores" de Luis Gutiérrez. Creo que es una bocanada de aire fresco en el panorama actual. 

Además del vino, sabemos que eres un gran aficionado a la lectura y a la música. Es más, tienes un grupo ¿Cuándo volveremos a ver tocar a tu grupo, SonidoTravel?

Pues estamos de reencuentro, han pasado más de 10 años del único disco que sacamos y tenemos por ahí canciones que siempre quisimos dejar grabadas. Nos falta cuadrar horarios y encerrarse en el "garaje-estudio" que tenemos en Garrucha. Espero poder, dentro de poco, darte buenas noticias y que resuene de nuevo el nombre de “SonidoTravel”.

Si te fueras a una isla desierta. ¿A quién llevarías contigo?, ¿Que vino llevarías?, ¿Algún libro?, ¿Me imagino que si pudieras llevarías tu guitarra?

En una isla desierta no dudaría en llevarme a mi mujer, María José, un buen vino de Jerez (a poder ser un Amontillado 100% palomino fino... para que vaya evolucionando) y casi que me llevaría un "libro en blanco" para ir rellenándolo de canciones, reflexiones, ideas... y si además puedo llevarme la guitarra, lo tengo más claro aún.  

¿Algo que añadir? Recuerda que todo lo que digas en esta entrevista no podrá ser utilizado en tu contra en ningún juicio, y que tienes la obligación de no permanecer callado.


Que me encanta ser partícipe de tus inicios. Creo que te sembré un "injerto" que resistirá a cualquier plaga... Gracias por esta oportunidad. Te auguro un futuro increíble que cada vez es más presente. ¡Seguiremos "quemando kilómetros" juntos!

Pablo, gracias a ti, por tu tiempo, por abrirnos la puerta de tu casa y dejarnos conocerte un poquito más, gracias por tu eterna y sincera amistad. Seguro que seguiremos sembrando buenos momentos, compartiendo muchos kilómetros y cosechando grandes éxitos.

Gracias haberme enseñado tanto desde que nos conocimos, por haberme transmitido el amor y la pasión por esta profesión que nos une. Gracias a ti descubrí un mundo apasionante del que cada día me enamoro más.


Tenia muy claro lo que quería hacer, pero en su momento, fuiste tú el que me dio ese empujón que necesitaba. Te estaré eternamente agradecido, amigo. Chin Chin!




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