Una vendimia incierta

Con la escasez de lluvias, las altas temperaturas, las heladas de mayo, las granizadas de junio, y una vendimia adelantada en dos semanas con respecto a
otros años, la vendimia 2017 es toda una incertidumbre.


Este año la vendimia arrancó a finales de julio en algunas zonas como Montilla-Moriles (Córdoba) donde se adelanto dos semanas, seguido de los pagos de Canarias y Jerez. Un poco más tarde, pero con más de veinte días de adelanto, la vendimia manchega empezó entre el 5 y el 10 de agosto, otras zonas vinícolas como la Ribera del Duero o Rueda también adelantaron sus vendimias con respecto a otras campañas.

Como es costumbre, las primeras variedades en ser recogidas fueron las blancas como la Sauvignon Blanc, Verdejo o Chardonnay, que este año venían con más grado y acidez, en las regiones del sur de la península. Por el contrario en la zona norte, han habido puntos en los que se ha intentado atrasar la vendimia debido al bajo contenido en azúcares que presentaban las uvas, algo que no ha sido del todo certero.

En cuanto a las variedades tintas como la Cabernet Sauvignon o la Tempranillo, nuestra uva nacional, han sido por lo general, de muy buena calidad, aunque con muy bajo rendimiento, racimos pequeños con bayas más pequeñas de lo normal, buena concentración de azúcares pero baja acidez en muchas zonas vitícolas.

Nos pusimos en contacto con la bodega Javier Sanz Viticultor desde donde nos informaron que pese al buen estado sanitario de las uvas, el rendimiento ha bajado en torno a un 25% con respecto a la campaña anterior.  Según el propio Javier Sanz, "Los vinos de esta añada serán de gran calidad, ya que la uva estaba en un estado sanitario perfecto debido al clima".

En comunicaciones con bodegas de La Rioja, nos comentaban también su preocupación debido a que la vid no había acabado su ciclo, aún con la vendimia ya empezada y las bodegas a pleno rendimiento, lo que hace que las uvas no estén en su periodo óptimo.

Por último consultamos con la cooperativa Nuestra Señora del Pilar, desde donde nos han transmitido su malestar debido a la gran perdida de rendimiento con respecto a otras campañas, algunos viticultores manchegos han tenido hasta un 37,5% menos de rendimiento con respecto a la vendima pasada, algo realmente preocupante.

Con rendimientos inferiores en torno al 12% de media nacional, con respecto a la campaña anterior, con los contrastes existente en todas las zonas vitícolas con respecto a calidad de la uva y sus respectivos mostos y con un clima completamente adverso, la cosecha 2017 es toda una incertidumbre. ¿Saldrán buenos caldos de esta añada? ¿Tendremos algún vino excepcional? El tiempo lo dirá, de momento tendremos que esperar unos cuantos meses para poder catarlos.

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